Parálisis facial
La parálisis facial es una condición que ocurre debido a un trastorno del nervio facial, donde los músculos encargados de la movilidad y expresión de la cara se paralizan. Existen diferentes causas de por qué se produce, entre ellas: traumáticas, tumorales, infecciosas e idiopática. Esta última, también es conocida como parálisis de Bell.
“Dentro de las principales causas traumáticas se encuentran heridas faciales profundas o bien fracturas del hueso temporal que seccionan en nervio facial”.
Otras causas de la parálisis facial
- El tratamiento quirúrgico de tumores del tronco encefálico o tumores de nervios adyacentes al nervio facial (neurinoma del acústico) puede dejar como secuela una parálisis facial por lesión del nervio.
- La infección por virus varicela zoster puede también afectar al nervio facial y producir una parálisis facial (síndrome de Ramsay Hunt).
- Parálisis idiopática o de Bell, donde existe una inflamación del nervio facial dentro su canal óseo que lleva a la oclusión de los vasos sanguíneos que irrigan al nervio, resultando en un daño por isquemia del mismo.
Tipos de parálisis
A grandes rasgos existen dos tipos: la parálisis facial completa y la incompleta.
- Parálisis facial completa: existe una ausencia total de movimiento del lado afectado.
- Parálisis facial incompleta: se preserva el tono muscular en reposo y parte del movimiento facial.
Síntomas
La parálisis facial, como su nombre lo indica, se caracteriza por una ausencia parcial o total de movimiento facial.
Diagnóstico
El diagnóstico de la parálisis facial es principalmente clínico y se realiza en base a la historia que relate el paciente y un examen físico dirigido, en el cual se analizan cada uno de los principales movimientos faciales.
La electromiografía y la electroneurografía son exámenes útiles que sirven de apoyo para el diagnóstico y también para el seguimiento y evaluación de las mejorías en el tiempo.
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